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Invertir en Vivienda

Tanto para quien busca invertir en vivienda para rentar como quien quiere comprarla para su uso personal, la inversión en un inmueble de estas características es algo importante y que se debe estudiar y meditar muy bien.

De por sí, el coste económico que implica comprar una vivienda ya es suficiente barrera como para reflexionar. Y, sin embargo, en España es parte de la cultura general el tratar de tener al menos una vivienda en propiedad. También lo es el invertir en vivienda más allá del uso personal con el objetivo de rentabilizar o asegurar el patrimonio, aunque esto es algo que, evidentemente, no todo el mundo puede aspirar a conseguir.

La inversión en vivienda tiene sus pros y sus contras con respecto a otros tipos de inversión. Veamos los más destacados y algunos consejos útiles para quien decida comprar un inmueble de este tipo.


Ventajas de invertir en vivienda

Por sus propias características en el mercado, la vivienda tiene una serie de ventajas, especialmente ligadas a la seguridad frente a los vaivenes del mercado, que lo hacen muy interesante.

Es cierto que tras la crisis del 2008 todos aprendimos que la vivienda tampoco es una inversión exenta de cambios extremos. Sin embargo, por lo general sí que es más estable que otros tipos de inversión. Por ejemplo, con la crisis de la pandemia, que tantos problemas ha dado y está por dar, el sector inmobiliario no solo no ha sufrido grandes daños, sino que ha recuperado su senda de crecimiento, al igual que lo hacen los precios de los inmuebles.

La inversión no es muy susceptible a perder valor por la inflación debido a que si, por ejemplo, está alquilada, el precio de la renta se puede actualizar de acuerdo con las variaciones del IPC

Por otra parte, además, existen ventajas fiscales a las que se puede aspirar al invertir en vivienda y que no existen si se invierte en otros valores. Por ejemplo, si vendemos nuestra vivienda para, en menos de dos años, comprar una nueva (cambio de vivienda habitual), podremos disfrutar de exenciones fiscales en la tributación de los beneficios. Si quisiéramos hacer algo parecido con acciones, tras vender deberíamos pagar impuestos para poder reinvertir el capital obtenido.

Por último, la razón por la que la mayoría de las personas que lo hacen, deciden invertir en vivienda, es por crear un patrimonio propio. Si es la primera vivienda, es lógico querer tener una vivienda en propiedad. Si es una inversión, al poner a rentar la vivienda comprada iremos pagando la hipoteca con las cuotas del alquiler. De este modo, aspiramos a tener un patrimonio privado con el que asegurar nuestro futuro.

En la actualidad, las entidades financieras no solo no ofrecen una rentabilidad interesante por los fondos que tenemos depositados en las mismas sino que en muchos casos empiezan a cobrar comisiones por mantenimiento de los mismos.

Además, actualmente los tipos de interés para préstamos hipotecarios están tan bajos que se han convertido en uno de los endeudamientos más rentables para el cliente. Es un buen momento para asegurar el patrimonio embarcándose en la compra de una vivienda, para quien se lo pueda permitir.


Desventajas frente a otras inversiones

Comprar una vivienda implica una alta inversión y endeudamiento. Ambas son desventajas evidentes frente a otro tipo de inversión.

Por otra parte, es una inversión que no permite recuperar el capital y convertirlo en líquido rápidamente, a diferencia de lo que pasa con la compra de acciones, que se pueden vender rápidamente.

Por último, mantener una vivienda, sea para uso propio o para alquilar, implica un coste recurrente: el IBI, las tasas y los suministros entre otras cosas.


Consejos para invertir en vivienda

Si vamos a invertir nuestro dinero en una nueva vivienda, sea para nuestro uso o para rentar, debemos analizar siempre una serie de cuestiones básicas.

De primeras, tendremos en cuenta tanto el precio del inmueble como el potencial de revalorización. No sería una buena inversión si a los pocos años el precio de la misma baja o si el alquiler es demasiado bajo para permitirnos cubrir costes.

Es necesario elaborar un presupuesto teniendo en cuenta que no es aconsejable que las cuotas lleguen al 40% de nuestros ingresos.

Antes de solicitar el préstamo, analizaremos cuál es la hipoteca que más nos conviene. Recordemos que existen hipotecas a tipo fijo e hipotecas a tipo variable. Actualmente ambas son muy ventajosas debido a los bajísimos intereses del mercado hipotecario, pero siempre hay que consultar y comparar.

Como hemos visto en el apartado de desventajas, al comprar tendremos que afrontar múltiples gastos en fiscalidad y mantenimiento. Mo podemos olvidarnos de todos ellos a la hora de plantearnos invertir.

Por último, un consejo útil es no descartar la opción de comprar una vivienda a reformar en lugar de una nueva. El coste en obras para la reforma puede compensar mucho a la hora de rentabilizar el inmueble.

Proel

02/11/2021

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