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“HAN SIDO TIEMPOS DIFÍCILES PARA TODOS, PERO NO ESPECIALMENTE DUROS EN EL SECTOR”

¿Cómo ha sido, en su opinión, el año 2021 para el sector inmobiliario?

En un año pandémico, como no se conocía desde 1918, todas las posibilidades quedaban abiertas. Aunque en la historia humana las pandemias han sido una realidad, los malos tragos se olvidan pronto y nadie de los vivos tenía conocimiento directo de una situación pandémica. Cuando surge el drama, y el mundo se confina y la actividad frena en seco, todo parecía indicar que, “a posteriori”, tiempos duros en lo económico, después de superado el trauma viral. Obviamente en el inmobiliario también, ¡qué empresa y/o grupo familiar iba a pensar en inversiones inmobiliarias! Ni naves nuevas, ni oficinas, ni comprar una vivienda. Eso es lo que pensamos muchos, pero, no ha sido así.

Y el sector no ha sufrido más que en las obras los tiempos en que no se ha podido ir al tajo con los retrasos consiguientes. Pero no todo el sector estaba con la imposibilidad metafísica de producir en la construcción, y así, comercialmente, se ha seguido vendiendo, la presentación de producto en modo virtual ha funcionado, así como las plataformas validadoras de las firmas de documentos contractuales y se han firmado operaciones. Se han podido diseñar proyectos constructivos, desarrollos de suelos futuros… quiero decir que no ha sido un frenazo absoluto como en otros sectores, fundamentalmente fabriles.

Además, el sector había tenido a partir del 2008 su particular vía crucis y catarsis, que lo había dejado como un navío desencuadernado. Ni una empresa promotora tenía deuda, porque no se financiaba el suelo y la construcción cuando se había vendido a usuario final al menos el 70% de la promoción.

En esas condiciones, aunque los tiempos fueran duros, no se produjo una debacle en el sector, entre otras cosas, porque las empresas “enfermas” habían ido “entregando la cuchara” en los dos lustros anteriores. Así pues, tiempos difíciles para todos, pero no especialmente duros en el sector.

¿Qué tendencias que consolidadas durante la pandemia cree que han venido para quedarse?

Creo que tampoco hay que sobre reaccionar; la gripe de 1918, en un mundo que salía de una brutal conflagración de alcance mundial, originó una cifra imprecisa de decesos –todas las fuentes admiten al menos 50 millones de muertos–. Sus consecuencias económicas, unidas a las provocadas por la I Guerra Mundial, fueron terribles, pero recordemos los “felices años 20”, en los que se vivió una euforia económica por todo lo que hubo que reconstruir.
La pandemia que hemos vivido, aunque trágica, afortunadamente ha sido otra cosa.

Lo de consolidar tendencias, me parece un exceso verbal y desde luego, pasada la máxima virulencia, no es que haya un antes y un después de la enfermedad. Sobre todo, a partir de la puesta en circulación de vacunas efectivas, que están solventando muchos problemas y salvando muchas vidas.

En definitiva, la tragedia de la pandemia que estamos viviendo, no es la crítica situación que pudo suponer la peste negra del siglo XIV, que mató a más del 50% de la población europea. Originó, por ejemplo, una espectacular caída económica en Cataluña, donde la la economía (agricultura, manufacturas varias, telares) necesitaba mano de obra, mientras que la economía castellana, basada en el monocultivo de la lana, se mantuvo e incluso incrementó los salarios por falta de mano de obra. Lo vivido no ha sido eso.

A su juicio, ¿Cómo afectarán estos cambios al mercado y a sus operadores?

Matices, pinceladas, pequeños detalles… no considero cambios espectaculares los siguientes hechos ciertos como que el comprador valor ahora más las viviendas en planta baja en un edificio plurifamiliar, por la pequeña parcela que suelen tener. Que el personal se plantee un chalet pequeño en una zona que pueda pagar antes que un piso más céntrico. Que el teletrabajo de dos o tres días a la semana o más, haya incrementado la distancia hasta donde poder tener una primera residencia. Si solo hay trabajo presencial dos días a la semana, por ejemplo, se puede vivir a 50 kilómetros del lugar donde se trabaja, sin mayor problema.

Quiero decir que las consecuencias del hecho sobrevenido no son el invento de la rueda, la escritura, la domesticación de animales o la invención de la agricultura.

¿Piensa que los fondos Next Generation servirán para impulsar la actividad inmobiliaria en España? ¿Por qué?

El dinero, es solo eso. Hacen falta, ideas viables y ganas de hacer, más que dinero para proyectos yo pediría para el sector más materia prima (suelo finalista), desgravaciones para el comprador de primera residencia, más agilidad administrativa en la gestión de las muchas cosas de nuestro sector que pasan por manos de ayuntamientos, comunidades, ministerios. Nos vendría muy bien un poco de “stajanovismo” funcionarial.

En nuestros proyectos, más que dinero, además “…timeo danaos et dona ferendi…”, donde dice danaos , léase político, y los de Bruselas, lo son…

Cómo afronta su compañía este nuevo horizonte post-covid en cuanto a servicios, organización, estructura, proyectos…

He mantenido antes que la COVID-19 ha sido un trágico suceso, sobre todo para los que han muerto y sus deudos, pero ni más ni menos que eso. Intentar defender que esto es un punto y aparte en la historia humana, me parece un despropósito.
Nosotros seguiremos en la misma línea, ofreciendo al promotor un servicio integral, completo y actualizado, lo cual implica estar al día en tecnologías que acerquen y mejoren la experiencia con el cliente y agilizar procesos y mejorarlos. Y todo ello en un contexto donde el invierno demográfico es una realidad que nos va a golpear en los próximos lustros mucho más que la pandemia y, si no, al tiempo.

https://observatorioinmobiliario.es/media/editorial/observatorio-inmobiliario-no-113/index.html#page=52

Proel

21/12/2021

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